El agua juega un papel fundamental en la economía circular, si bien es cierto que no suele estar representada en la mayoría de esquemas conceptuales. En el artículo de hoy, profundizamos en la economía circular del agua centrándonos en su importancia y en cómo deben aplicarse los cambios necesarios para una óptima gestión de los recursos hídricos.
¿Qué papel tiene el agua en la economía circular?
Empezando por la base, la economía circular es un modelo económico que se relaciona con la sostenibilidad y cuyo objetivo es que el valor de los recursos, los materiales y los productos utilizados se mantenga en la economía el mayor tiempo posible, minimizando la generación de residuos.
Uno de los objetivos definidos en la estrategia de la economía circular es mejorar en un 10% la eficiencia en el uso del agua. En este ámbito, el concepto de economía circular hace referencia a la posibilidad de volver a utilizar el agua una y otra vez, al igual que sucede con el ciclo natural. Tal y como ya explicamos en nuestro anterior artículo sobre el nuevo ciclo urbano del agua, gracias a la reutilización del agua, es posible minimizar el consumo, dándole una segunda vida y volviendo a utilizarla para distintos usos como el riego o la limpieza. Existen una gran variedad de tecnologías para la reutilización del agua como pueden ser la filtración por membranas de ultrafiltración, nanofiltración u ósmosis inversa.
Como comentamos, en un modelo de economía circular del agua, el uso sustituye al consumo. Por tanto, los recursos se generan dentro del ciclo del agua o se recuperan gracias a la reutilización. Dentro de este ciclo, son distintos los procesos que permiten regenerar los materiales que han sido descartados. También cabe destacar que, en la fase de reutilización, con el uso de energías renovables, los residuos se transforman en nuevos recursos.
Hacia un uso más sostenible del agua
No hay duda que, para llevar a cabo un modelo de economía circular y una óptima gestión de los recursos hídricos, es necesario un cambio de mentalidad. La economía circular del agua a escala descentralizada y urbana tiene un potencial muy fuerte. De hecho, en España, ya han impuesto modelos circulares en muchas ciudades. En todo el mundo, se están trabajando en multitud de proyectos encarados a encontrar modelos sostenibles y de futuro. Sin embargo, en muchos territorios, aún falta llevar a cabo acciones más concretas para su implantación.
Para lograr una gestión integrada de los recursos hídricos que aplique los principios de la economía circular, es indispensable implicar a todos los agentes, desde administraciones públicas, empresas y organizaciones, hasta los propios ciudadanos. En este sentido, igual de importante es generar un diálogo social y participativo, fundamentado por estrategias de comunicación y educación adaptadas a los distintos tipos de público que cohabitan en nuestra sociedad.
Las cuestiones de rentabilidad y sostenibilidad de estos sistemas son cruciales. Los beneficios directos de una economía circular del agua cobran especial relevancia, pero también es importante valorar los beneficios indirectos y difícilmente monetizables económicamente de este tipo de sistemas, como el ahorro de agua potable, la reducción de cargas en los sistemas de aguas residuales o el potencial de refrigeración de entornos urbanos. En TELWESA ayudamos a los clientes a conocer costes desde la consultoría, pruebas piloto con la construcción de plantas piloto, proyectos llave en mano con nuestra empresa matriz Wehrle Werk y alquiler de equipos de osmosis inversa y ultrafiltración para resolver problemas puntuales y/o evaluar costes de explotación.
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